ACCESORIOS CURVAS VIDA Agosto 23, 2017

Lentes ópticos welcome-back

Lentes ópticos 1

Volviendo a los lentes ópticos

Volviendo porque en realidad es como una regresión en el tiempo, pero no para ser más joven, lo que sería bastante más interesante, sino para volver a usar los amados-odiados lentes ópticos.

El 2010 decidí operarme para no usar más lentes. Un proceso largo de decisiones, dudas, inseguridades y a la larga acertadas opciones me llevo al pabellón para “optimizar” mis amados ojitos.

Créanme que la decisión no fue fácil. Nada fácil. Los ojos en verdad que son algo delicadísimo y tomar el riesgo de no quedar bien hace que te tiemblen los pies.

Usaba lentes desde como los 13 años, o sea gran parte de la adolescencia y tooooda mi juventud. Todas las fiestas, paseos y salidas fueron con lentes. Odiaba hacer gimnasia y peor con lentes. Saltaban al correr, dan calor y salen volando si te mueves mucho.

No podía quedarme dormida viendo una peli, jamás, porque siempre tenía que sacarme los lentes antes.

Se acabó la fiesta

Pero todo tiene fecha límite y mis días de libertad óptica terminaron. Si bien solo tengo que ponérmelos para ver cuando estoy cansada o por las noches, volvieron las preocupaciones de donde están, un pañito para ver mejor y que las pestañas no se marquen en el vidrio cuando están pintadas.

Igual el doc me insinuó que a mi edad era esto y que pronto llegará la presbicia.

Modo: a tomárselo con humor no más, y ser feliz con todo lo disfrutado, porque a todos nos llega la hora de “crecer”

Lentes ópticos 2

Lentes ópticos 2

La medida para mitigar el dolor es comprándose un par de lentes bonitos, que te hagan sentir guapa y con onda.

Viendo mis lentes antiguos, que pasaron desde los modelo “secretaria” a “soy intelectual” y luego a “algo tengo de deportista” (solo por la marca).

Ahora opté por comprar modelo clásico negro con marco algo ancho pero con colores por los lados.

Me tenté con 2 pares: en morado y otro con rojo solo para dejar unos en la pega y no acarrearlos.

Los compre en Mac-Iver, Santiago Centro y se pasaron lo barato. Antes me los compraba en lugares pitucos, ya que mi papá los pasaba por su seguro.

Pero la vida cambia.

Ahora, ya harto menos joven, independiente y con pocas ganas de gastar, me aventuré a ópticas menos conocidas de las que bien me han hablado.

Esperar que salgan buenos no más, tengo toda la intención de tratarlos bien y no sentarme arriba de ellos.

A disfrutar del nuevo look! Y a tomárselo con alegría!

 

 

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