Antes de ver la última portada de Vogue me entero de el terrible photoshopeo que le hicieron a la Modelo plus size Ashley Graham (que es una súper y de ella hablaré otro día) al parecer para no mostrar una pequeña parte de su barriga y hacerla más parecida a las típicas modelos delgadas que la acompañan.

La foto nació de la idea de mostrar que la diversidad es la nueva normalidad y así juntaron a siete famosas modelos, las vistieron con beatles negros y shorts con estampados geométricos, de vivos colores y las fotografiaron en la playa, pero al parecer algo salió distinto a lo planeado, una lonja de piel que se deslizó fuera y que a los editores de Vogue, acostumbrados a figuras de moda que no tienen mucha carne y de menos de 20 años, les pareció inapropiado o que no correspondía a su estándar de belleza. La paradoja está en que se suponía que esta portada celebraba la diversidad pero lo que hizo no fue más que esconderla, uniformar y dar la señal que esto de la diversidad no es más que una postura que se supone como políticamente correcta o en “voga” pero a la que realmente no adhieren. Una lástima.

Me gustan cosas de Vogue, fotógrafos increíbles han pasado por ahí, la veo como una gran vitrina de moda, pero para gente que no luce real, extremadamente delgadas y la que en ni una medida me veo reflejada.

Acá un link a la noticia.

Las fotos son de Vogue.